Corazón

Duele el corazón. Duele. Músculos transformados en granito, un punzón atraviesa mi pecho. Son todas las desconfianzas, los miedos, las heridas. Estuvo tan expuesto y sensible que decidió esconderse, enclaustrarse en un enjambre de músculos prietos.



Pero la memoria, impregnada en cada célula, se disolverá. Se abrirá porque es su naturaleza. Como flor en primavera, se mostrará y brillará con una luz inmensa. Y surgirán brotes frescos, nutrientes que iluminarán cada parte del cuerpo hasta sentir la basta espaciosidad de lo esencial.

Comentarios

Entradas populares