Servicio

"Servicio" como ofrecimiento de lo que conozco para que los asistentes puedan beneficiarse de ello.




Hatha Yoga (yoga físico): asanas o posturas para entrar en contacto con el cuerpo, en ocasiones olvidado, y restablecer el equilibrio liberando bloqueos a nivel físico. En muchas ocasiones es muy beneficioso el trabajo corporal, y camina parejo a una calma y quietud mental. Dentro de este grupo se encuentran ejercicios de cierres energéticos, como los mudras, bandhas y los pranayamas, explicados más abajo.







 Raja Yoga (yoga mental): meditación, observar hacia dentro siendo conscientes de nuestro patrón mental. En este momento de silencio y observación es cuando se vislumbra la paz interior. Esta práctica va íntimamente ligada al Hatha Yoga, ya que ambos se complementan: relajamos el cuerpo para acallar la mente, y relajamos la mente para suavizar el cuerpo. Las meditaciones pueden implicar el sonido, sensaciones corporales, atención en el pensamiento o visualizaciones. Dentro de este grupo también se encuentra la práctica de yoga nidra, explicada más adelante, y las relajaciones (distintas a la práctica meditativa).





 
 Pranayama: La palabra pranayama proviene del sánscrito y significa literalmente "control del prana". Se trata de técnicas de respiración. Teniendo en cuenta que la respiración es un reflejo fiel de nuestro estado, los pranayamas invierten el proceso de ansiedad habitual, entrando paulatinamente en un estado calmo. También provocan un efecto equilibrante, aumentando la actividad del sistema nervioso parasimpático. Hay otros pranayamas más enfocados a energizar e inducen una hiperventilación, escasamente recurridos en estas clases.




 

Mindfulness: este concepto de Atención Plena se refiere a la capacidad natural de la mente para estar plenamente presente, observando lo que sucede. Se trata de programas de dos meses de duración, especialmente diseñados para adquirir una práctica intensiva, un conocimiento de las razones de la práctica, y un seguimiento de principio a fin, con el fin de reducir los niveles de estrés.





 


Yoga Nidra: una serie de ejercicios con una duración aproximada de hora y media, incluyendo rotación de la consciencia alrededor del cuerpo, pranayamas, meditaciones y/o visualizaciones, con los que se pretende obtener un estado de relajación y descanso profundos.





 

Educación Postural: la práctica de asanas va despertando una sensibilidad especial para percibir nuestro cuerpo en cada situación. Nos damos cuenta entonces de los hábitos posturales más dañinos, que van incluso asociados a determinadas actitudes psicológicas. Con la práctica, el cuerpo se incorpora con posturas sencillas y liberadoras.




 

Laya Yoga: práctica destinada a personas con un amplio camino yóguico. Diversas técnicas de trabajo con los chakras y con la energía de la Kundalini. Se trabaja también con los nadis, y se activa el cuerpo a un nivel energético por medio de bandhas y mudras. Se integran también pranayamas, visualizaciones y meditaciones con los chakras.







En resumen, se trata de diversas técnicas para modificar nuestros patrones de conducta hacia otros más saludables, dedicando un espacio y un tiempo para nosotros mismos, a cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente. Las sesiones físicas son sencillas, adaptadas al perfil de las asistentes, sin forzar el cuerpo con actitudes dolorosas. De hecho no es necesario tener flexibilidad ni un cuerpo especial para practicar. Lo único necesario es voluntad de aprender, de investigar nuestro pequeño mundo. Acompañar la práctica física con la práctica meditativa establece una metodología de amplio rango, adaptable y de una elevada fiabilidad para la gestión de nuestros conflictos.

Con la práctica se pueden generar estados de relajación, de paz, equilibrio, armonía con nosotros mismos y nuestro entorno, convivencia con nuestras crisis, rejuvenecimiento, mayor capacidad de atención, concentración y organizativa, creatividad, etc.

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