El balón extraviado

Imagen de playing0lights0 en pixabay

Caminaba a casa de mis padres.

Me gritaban unos niños de un colegio, a los que se les había colado la pelota dentro de un jardín de difícil acceso, para que la cogiera y se la tirara. Me quedé un rato parado pensando, y decidí ayudarles -"tengo tiempo"- pensé.

Así que, no sin dificultades, accedí al jardín por la puerta de una verja, y pisando algo de barro y tierra seca, llegué al balón. Para lanzarlo me gritaban que accediera a otra zona donde la valla era más baja. Desde allí les tiré el balón, y les llegó.

Los niños gritando como locos: "¡gracias!"

Y me sorprendí con la voz de una niña, de las mayores sería (quizás de unos 10 años), que gritaba: "¡muchas gracias, eres demasiado bueno para vivir en esta asquerosa sociedad!"

Y me quedé sonriente y reflexivo, con esa frase resonando en mi cabeza, mientras me iba.

Y me pregunté: ¿qué clase de sociedad estamos creando, cuando una niña me dice esto?